Universo: ¿Dónde estan?

Sería de locos pensar que estamos totalmente solos en la inmensidad del universo. Prácticamente todo el mundo es partidario a día de hoy de que la vida extraterrestre debe existir. Ahora bien, ¿dónde están todos? ¿Por qué no se comunican con nosotros? El principal problema al que nos enfrentamos es el espacio-tiempo.

Los seres humanos llevamos mandando ondas de televisión y radio (que viajan a la velocidad de la luz) hacia el espacio exterior algo más de 50 años; cosa que para el espacio-tiempo es nada. Apenas han llegado a un puñado de estrellas que tenemos como vecinas. Recordemos que la Vía Láctea tiene algo más de 200.000 millones de estrellas, y que tiene un diámetro de más de 120.000 años-luz. ¿Qué significa todo esto? Pues que sí nosotros desde una punta mandamos un mensaje a una civilización que está en el otro lado de la Vía Láctea tardaría unos 120.000 años en llegar, y otros 120.000 años en recibir la respuesta. Parece increíble pero tardaríamos 240.000 años para tener una conversación de saludo-respuesta. Y esto dentro de la Vía Láctea… imagínate entre galaxias; siendo que hay miles de millones de estas y la distancia entre ellas es muchísimo más grande que cualquier galaxia. Sí quisiéramos comunicarnos con la galaxia más lejana conocida tardaría unos 13.000 millones de años en llegar; e incluso más, ya que el espacio-tiempo se va expandiendo constantemente por causa de la energía oscura, y en todos esos millones de años se crearía nuevo espacio entre las galaxias, teniendo más distancia que recorrer cada vez. Siendo aproximadamente cerca de 30.000 millones de años en tener una conversación de saludo-respuesta.

Sí hemos entendido lo anterior, no hay que ser muy listo para saber que todo esto complica muchísimo las cosas para tener un contacto físico con alienígenas. Los seres humanos (siendo la especie más inteligente conocida) solamente hemos llegado a la Luna; y aunque nos parezca que esta “al lado” al ser nuestro satélite natural, se tardan días en llegar a ella con una nave espacial. Y en cambio… ¿cuánto crees que tarda un rayo de luz de la Tierra a la Luna? 1 segundo. Con este ejemplo se ve claramente que somos lentos… muy lentos.

La máxima velocidad alcanzada por algo creado por el ser humano ha sido con la sonda Voyager 2: el 0,005% de la velocidad de la luz (14,8 km/s). Una miseria para grandes distancias, aunque sería algo inimaginable en nuestro planeta. Se lanzó el 20 de agosto de 1977 y actualmente está un poco más lejos de Plutón; en prácticamente 40 años aún no ha sido capaz de salir del Sistema Solar. A la velocidad que tiene actualmente tardará unos 193.000 años en alcanzar la estrella Ross 248.

Ahora tenemos que pensar que el ser humano (Homo sapiens sapiens) lleva sobre el planeta Tierra unos 50.000 años y realmente no sabemos cuánto tiempo más vamos a seguir dominando el planeta. Puede que dentro de unos cientos de miles de años una civilización alienígena reciba un mensaje nuestro y nos responda, pero que nosotros ya no estemos sobre el planeta. Las grandes extinciones ya han pasado en la historia de la Tierra, y nosotros como especie no seremos la excepción. También puede ocurrir al revés: imagínate que hace millones de años, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra y el ser humano no existía (por ejemplo), había una civilización alienígena inteligente en otra galaxia que empezó a mandar ondas de radio. Si llegara el mensaje ahora a la Tierra es muy probable que su civilización ya no exista. 

Me da pánico pensar que estamos totalmente solos en esta bola azul que flota por el espacio. Realmente creo que el universo está repleto de vida; ya no sólo a nivel primitivo (bacterias y organismos simples), si no con civilizaciones alienígenas. El problema es el tiempo que tardamos en comunicarnos y que durante ese tiempo las civilizaciones tienden a destruirse, ya sea por catástrofes naturales, guerras, epidemias... Lo que sí que sería curioso es imaginarme a un alienígena ahora mismo teniendo todos estos pensamientos en la otra punta del universo… y no poder comunicarme con él.