Sistema Solar: La Tierra

Los antiguos griegos tenían a la diosa de la feminidad y la fecundidad llamada Gea; Terra en latín, equivalente para la divinidad romana. Actualmente nosotros la llamamos Tierra, y aunque ya no la consideramos una diosa, la verdad es que es la madre de todos nosotros. Vivimos en un lugar fascinante.

Nuestro planeta, como el Sistema Solar, se formó aproximadamente hace 4550 millones de años; la vida se piensa que apareció unos 1000 millones más tarde. Es el tercer planeta desde nuestra estrella, el Sol. Y también es el más denso del Sistema Solar, el mayor de los cuatro terrestres y el quinto mayor de los 8 planetas conocidos actuales.

La Tierra no es solo nuestro hogar, sino el de millones de especies; y de momento es el único lugar en el cosmos en el que se ha encontrado la existencia de vida. Las condiciones terrestres la favorecen: una capa de ozono que junto con el campo magnético terrestre bloquean las partículas cargadas de la radiación solar, la temperatura media del planeta, la cantidad de H2O en forma líquida existente, y un sinfín de características que tenemos que agradecer para existir. Se estima que el planeta podrá seguir sustentando la vida durante unos 500 millones de años más, dado que pasado ese tiempo el Sol crecerá en luminosidad y terminará causando la extinción de la biosfera. Suerte que no estaremos para contarlo.

Nuestra superficie tiene una gran hidrósfera. Cerca del 71% de la superficie del planeta está compuesta por lagos, ríos y océanos. De momento, no se conoce otro planeta con este equilibrio de agua líquida, que para la vida tal y como la conocemos es indispensable. Los casquetes polares están formados de hielo sólido (agua dulce congelada). Nuestra corteza está dividida placas tectónicas, estas se deslizan sobre un manto de magma durante periodos que duran varios millones de años. El más mínimo deslizamiento puede provocar grandes terremotos, tsunamis y demás catástrofes naturales.

El interior de nuestro planeta es bastante activo. Contiene un núcleo sólido interior compuesto por un 88% de hierro, un núcleo externo líquido que genera un campo magnético indispensable para proteger nuestra atmosfera y un manto grueso relativamente sólido.

Nuestro planeta interactúa gravitatoriamente con otros cuerpos, los más destacados serían el Sol y la Luna. Actualmente la Tierra completa una vuelta alrededor del Sol cada 365,26 vueltas sobre su eje, lo que sería un año sideral. Esta es la razón de los años bisiestos, en la que se añade un día a Febrero cada cuatro años; excepto sí el año acaba con la cifra de dos ceros. El eje de rotación terrestre también se encuentra inclinado 23,4º, lo que produce las estaciones.

Tenemos una compañera de viaje, que es un satélite natural: la Luna. Parece ser que comenzó a orbitar la Tierra hace algo más de 4500 millones de años; y esta influye en nuestro planeta. Produce mareas, estabiliza la inclinación del eje terrestre y va reduciendo gradualmente la velocidad de rotación de la Tierra. Sí quieres saber más sobre nuestra compañera: Pulsa aquí.

En la biosfera tenemos una amplia variedad de recursos que ayudan a sostener la población mundial. Aunque posiblemente estamos sobreexplotando el planeta en muchas áreas, y esto se transforma en catástrofes naturales. Hay que recordar que la naturaleza siempre gana y tiene que equilibrarse de una forma u otra.

La población humana están organizados en unos 200 estados soberanos independientes, que, entre comillas, “interactúan a través de diplomacia”, los viajes, el comercio y la acción militar.