Universo: Enanas negras

Ilustración del Sol

No tienen nada que ver con los agujeros negros. Son el hipotético final del 97% de las estrellas conocidas, el de las estrellas “medianas-pequeñas”, entre ellas nuestro Sol. El único problema es que el universo no es lo suficientemente viejo como para que pueda existir ninguna actualmente, ya que se ha calculado que necesitan un mínimo de mil billones de años para llegar a esta fase. Cuando el combustible (Hidrógeno) de una estrella empieza a agotarse empieza su siguiente etapa, la de gigante roja. La estrella crece tanto que multiplica su tamaño, el Sol por ejemplo llegaría a la órbita de la Tierra. En esta fase empieza a quemar todo el Helio que ha generado anteriormente al fusionar los átomos de Hidrógeno y a generar materiales más pesados y complejos. Llega un momento que la estrella colapsa, no es capaz de aguantar la presión de sus capas exteriores y explota en una nebulosa, desprendiendo una gran cantidad de materiales al espacio. En su centro queda el cadáver remanente del núcleo de la estrella súper denso, llamado enana blanca, que brillará durante millones de años hasta que poco a poco se vaya enfriando y perdiendo luminosidad; convirtiéndose en un objeto frio, oscuro, súper pesado y que no emite ningún tipo de radiación. Todo esto, en caso de existir actualmente, aunque es imposible por el tiempo necesario, complicaría muchísimo su detección.

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